El dr. Bach establece que toda enfermedad es un conflicto entre el alma y la personalidad, esto lo podemos definir como:
Alma, es la fuerza vital vital que abastece el ser humano de toda la energía y fuerza que necesita para integrarse, moverse y desarrollar su proceso de crecimiento en el plano donde experimenta su existencia.
Personalidad son los vehículos que tiene el ser humano para poner en movimiento su existencia, donde la fuerza vital tiene una trascedencia clave en el desarrollo de su bienestar

 

La terapia floral constituye un aporte vibracional que cada persona logra integrar, recobrando un espacio concreto de bienestar debido a la disminución del campo emocional discordante. A través de este mecanismo, la persona puede experimentar cambios físicos precisos ya que se libera la presión de la alteración emocional subyacente a la dolencia corporal.

En el caso de trauma, sea físico o psicológico, se genera un gran campo emocional con respuestas físicas precisas que afectan la salud a largo plazo. Veamos el siguiente ejemplo, en la Universidad de Loyola, Chicago, EEUU, se investigó el impacto que forjan experiencias adversas en la primera infancia sobre el desarrollo de salud futura. Se encontró que cuando adultos, estas personas tenían frente situaciones de estrés, una respuesta proinflamatoria incrementada mediado por la Interleucina-6 junto con una alteración epigenética del gen promotora de la Interleucina-6 (Witek,
2016). Esta reacción proinflamatoria gracias a la Interleucina-6, tiene un gran impacto sobre la salud ya que estimula procesos inflamatorios y autoinmunes en muchas enfermedades como diabetes (Kristiansen, 2005), arterioesclerosis (Dubiński, 2007), depresión (Dowlati, 2010), enfermedad de Alzheimer (Swardfager, 2010), lupus eritematoso sistémico (Tackey, 2004), mieloma múltiple (Gadó, 2000), cáncer de próstata (Smith, 2001), enfermedad de Behcet (Hirohata, 2012) y artritis reumatoide (Nishimoto, 2006).
Esto muestra como el trauma es una experiencia que modifica un desarrollo vital trascendente debido a que genera una emoción que se impone como un patrón tanto conductual como físico para el futuro.
Con Arliberum se trata de una fórmula de esencias florales que contiene, entre otras, Arnica montana y Prunella vulgaris; ambas son plantas medicinales conocidas y aplicadas desde centenares de años. Hoy en día se ha podido dilucidar con mayor precisión sus mecanismos de acción. Uno de ellos es que disminuye la concentración de Interleucina-6 en el cuerpo (Sharma, 2016), (Chioa, 2016). Prunella, además, reduce la liberación de Histaminum, lo que genera un efecto antialérgico(Chioa, 2016).
Por ende, vemos que Arnica y Prunella como esencias florales, contienen la fuerza vibracional que genera un aporte preciso en relación a experiencias traumáticas, desplazando este campo emocional que había elevado las concentraciones de Interleucina-6 en la persona en primer lugar.

Consecuentemente, la formula Arliberum está recomendada para las siguientes situaciones:

Arliberum, tiene como bases la fórmula de rescate del dr. E.Bach

• Situaciones traumáticas físicas como contusiones, golpes y heridas.

• Situaciones traumáticas que gatillan un cambio de ánimo con falta de motivación, ausencia de goce y alteraciones de sueño.

• Como co-tratamiento cuando la persona tuvo una historia de vida con experiencias adversas durante la primera infancia.

• Como co-tratamiento en enfermedades autoinmunes como lupus sistémico eritematoso, enfermedad de Behcet, artritis reumatoide.

• Como co-tratamiento en alteraciones inmunológicas como alergias.

• Como co-tratamiento en enfermedades oncológicas como cáncer de próstata y mieloma múltiple.

• Como co-tratamiento en enfermedad de Alzheimer.

• Como co-tratamiento en enfermedades cardiovasculares, especialmente arterioesclerosis.

• Como co-tratamiento en diabetes mellitus tipo 1 y 2.

 

Es fundamental de que toda recomendación mencionada no sustituye en ningún caso una evaluación ni tratamiento por los profesionales de salud. El tratamiento con esencias florales como Arliberum, siempre constituye un tratamiento complementario al tratamiento médico indicado.